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  • Foto del escritorJimena Fer Libro

Escribir bien

Actualizado: 18 ene 2023

Escribir bien depende de varios factores. Te facilito un test y cada uno de los aspectos que necesitas tener en cuenta.


Voy a desarrollar este tema a partir de los siguientes puntos:


4 aspectos para escribir bien

Empecemos por tener en cuenta qué factores inciden y ayudan a escribir bien. No se trata de algo que podamos dilucidar con un sí o un no. Escribir bien es algo más completo y complejo. En general, podemos fijarlo en una imagen de este tenor:




1. La fuerza de la historia

Una historia impacta porque tiene gracia. Me refiero a la gracia con “G” mayúscula. Esto ocurre cuando nace de una experiencia verdadera del autor, no de ideas. Invita a zambullirse en una experiencia, no en una suerte de panfleto de cómo deben ser las cosas. La experiencia evocadora y la gracia son las dos caras de la misma moneda de escribir bien. Por eso se estrellan los productos y alcanzan las estrellas las historias con vida. Cuando una historia tiene fuerza, más allá del género que sea o si es narrativa o literatura, ofrece una revolución. Cuando se escribe bien, la novela o el libro de no ficción implica esta gracia, esta fuerza y una revolución interior de mayor o menor calado. Nace de tu pasado, de aquello que a ti te resulta evocador. Escribir bien surge de tu verdad.


2. La voz narradora

Es lo que dota de originalidad a una historia y es algo muy buscado en las editoriales. Es uno de los aspectos brillantes de escribir bien. Aborrece de la mentalidad de bien/mal; si está bien un narrador u otro; contar esto o aquello. No me canso de repetirlo. Cultiva tu mirada. Tienes toda una serie sobre la inspiración en Inspiración para crear y escribir y en 15 formas de inspiración que te ayudan a expandir y multiplicar tu voz narradora. Para eso están, funcionan y sirven. Escribir bien nace una visión, la tuya, que es única. Las historias son más o menos las mismas. Lo que las hace originales es la visión de cada autor. La originalidad en sí misma no está ni bien ni mal. Está más allá. Y simplemente ocurre. Se respeta y punto. Si piensas sobre esto en términos de bien o mal, te estás asesinando tu visión. No lo hagas, por Dios te lo pido.


3. El dominio del lenguaje

Es la perla que brilla en tu escritura. Se cultiva. Te has de convertir en una ostra que la hace crecer desde una partícula poco noble. Escribir bien y dominar el lenguaje para expresarte y emocionar requiere tiempo, dedicación y exige muchas lecturas con una mirada de autor, no solo de lector. Es por donde se caen muchos escritores sin persistencia ni amor por la escritura porque se obsesionan con sus dificultades, no se entregan y no luchan por la perla. Su mediocridad los vence y no son capaces de perdonarse. La mediocridad es algo que nos pertenece a todos como género humano, pero algunos la mantienen a raya e incluso abrazan la excelencia. Tú decides qué quieres hacer. ¿Quieres escribir bien? Puedes trabajar y mejorar. Eso es lo que hacen los escritores que se entregan a su oficio. Desarrollar este aspecto requiere determinación, búsqueda de la precisión y un amor total por el lenguaje. Lee autores de mucha calidad, nútrete con ellos y de ellos. Lee poesía para desarrollar la precisión del lenguaje e imágenes poderosas. En agosto de 2022 he dedicado un espacio a esto cada día en Twitter y empezamos por aquí. Te puede llevar toda la vida, como todo amor que vale la pena. De ti nacerán perlas, lo veo muy a menudo. Para escribir bien necesitas el nivel de lenguaje de la poesía de calidad porque es tu superalimento.


Este fue el primer poema de la serie #EmociónyPalabra de este agosto de 2022:



4. El dominio narrativo

Ay, es uno de los abismos, otro, lamentablemente y enorme. Mucha gente cree que escribir es ponerse a hacerlo y volcarse sobre la página en blanco. Esa visión facilita bárbaramente el bloqueo, además.

Para empezar necesitas dominar la base. Noto que falta mucho lo esencial. A nadie se le ocurre construir una casa firme sin conocer lo básico para hacerlo. Ni para bailar ni pintar ni hacer zapatos. Y sin embargo, se cree que escribir es ponerse a hacerlo y ya está.

Una vez que conoces lo básico tienes que ponerte a domesticarlo, escribir, equivocarte, revisar y mejorar. En este apartado también hay mucho escritor con miedo a sus errores, una actitud claramente destructiva que te lleva o bien a tus terrenos de culpa o a culpar al editor de turno porque “no te gusta”. Algunos creen que la narrativa está para molestarles y acaban siendo un potencial de alguien que podría escribir bien. Ninguna de estas opciones ayuda a escribir bien o mejor. El dominio narrativo es el primer paso. ¿Quieres saber si conoces lo más básico de la narrativa? Pues bien, en unas líneas más adelante te brindo una manera de comprobarlo.


Ahora te voy a pedir que imagines estos cuatro aspectos de forma dinámica. Escribir bien implica un universo completo. Esto es así porque estos aspectos interactúan los unos con los otros . En efecto, la voz narradora determina la estructura, el lenguaje y la fuerza de la historia. Exactamente lo mismo ocurre con el lenguaje que marca la fuerza de la historia, la profundidad de la estructura y el alcance de la voz narradora. Tu dominio narrativo le da forma a la fuerza, la voz y el lenguaje. Y la fuerza de la historia interactúa con cada uno de los otros tres aspectos enriqueciéndolos. En realidad, la imagen es de una galaxia en movimiento, algo muy orgánico y cercano a lo siguiente:



Test

A continuación te presento 20 preguntas para comprobar si ya tienes una base firme. Escribir bien depende de tu dominio narrativo. Estas 20 preguntas cubren lo más básico y absolutamente fundamental. Tómalo como una suerte de termómetro para comprobar si tienes fiebre narrativa con una infección que necesita tratamiento o si gozas de buena salud básica narrativamente.

No te tomes mucho tiempo para contestar, eso será una trampa. Contesta todo lo rápido que puedas porque es es lo que te mostrará qué sabes y qué necesitas saber. No tienes que pensar para responder. Si necesitas tiempo es que no controlas esa cuestión y ya es un indicador de qué necesitas. Cuanto menos tiempo emplees, mejor. A partir de los resultados podrás saber en qué te tienes que fijar, qué te queda por aprender o si puedes pasar a un nivel narrativo más elevado.

Hazte una lista del 1 al 20 y al lado contesta sí o no. Cuando no sabes algo, equivale claramente a un "no". ¡Vamos allá!

  1. Puedes resumir tu historia en 3 o cuatro frases claras.

  2. En el comienzo hay que retener información para crear intriga.

  3. Solo el protagonista goza de una evolución dramática mientras los secundarios y personajes de fondo no la necesitan.

  4. En el comienzo ya está el final.

  5. Para mostrar se necesitan sensaciones.

  6. El desarrollo representa un 50% de la novela.

  7. En el final puedes presentar nuevos personajes.

  8. La escena tiene cuatro partes.

  9. Se pueden aprovechar los diálogos para informar a los lectores.

  10. La estructura se construye con buenas ideas.

  11. La estructura se arma con buenas preguntas.

  12. Un buen protagonista no necesita un villano.

  13. El escenario y el tema central están relacionados.

  14. El conflicto es algo interno a cada personaje.

  15. La premisa inicial es crucial.

  16. El desarrollo se articula por bloques.

  17. El final no es solo la resolución del conflicto

  18. Los diálogos se escriben solo con incisos

  19. Es más importante contar que mostrar porque los lectores necesitan saber qué pasa

  20. La intriga depende de los personajes




Respuestas

  1. no

  2. no

  3. no

  4. no

  5. no

  6. no

  7. no

  8. no

  9. no

  10. no


Si tienes este número de respuestas incorrectas:

15-20: necesitas estudiar muchísimo, trabajar y practicar mucho.

10-14: te hace falta ponerte a estudiar ya mismo.

4-9: te conviene leer mucho más como autor y estudiar.

3: lee y estudia porque estas preguntas son extremadamente básicas y si no las controlas, tienes agujeros importantes.

0: pues ya sabes lo básico. Ponte a escribir y sigue aprendiendo, retándote y floreciendo. te queda camino por recorrer. La única manera de trazar tu rumbo es paso a paso.


Las soluciones están al alcance de tu clic, en mi blog hay montones de recursos. ¿Dónde quieres estar dentro de tres meses? ¿Y de seis meses? Dedícate. Practica, practica y estudiar, estudia y practica. Estudia y lee en la misma lengua en la que escribes para ayudarte con el lenguaje, lee como autor y no solo como lector, escribe mucho y borra más de la mitad. Ayúdate a mejorar y florecer. Escribir bien requiere todo tu ser. Y al menos una hora cada día. Son seis periodos de diez minutos. Haz músculos narrativos, danzarás entre perlas y letras, las que te pertenecen.

Fíjate en la estructura, aquí O cómo tomarte las ideas, aquí. Y luego, cómo llevar todo eso a una novela, aquí. Y no te olvides de perfilar los personajes, aquí. Y hay mucho más, todo al alcance de tus clics.

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